ALICIA GONZÁLEZ Y GÓMEZ

LAS CATACUMBAS DEL ALMA DE LA mariña LUCENSE

RINLO
RIBADEO
PLAYA DE LAS CATEDRALES
ILLA PANCHA

RINLO

Su pequeño puerto se convirtió en un importante centro comercial, gracias a su ubicación estratégica en la costa. Además, Rinlo es famoso por su deliciosa gastronomía, especialmente sus mariscos y pescados frescos. Cada bocado es como un viaje al corazón del mar, donde se pueden degustar los sabores más auténticos de la costa gallega. Rinlo, nos lleva a Ribadeo y su puerto deportivo, que recoge a los amantes del mar y la navegación. Dentro de la bahía recogida, se divisan en el horizonte las tierras asturianas y los asombrosos acantilados de las Playas de las Catedrales.

Rinlo, una joya escondida en medio de la naturaleza, un lugar pintoresco y encantador, una historia. Sus casas de piedra se alzan en las calles empedradas, casi como testigos silenciosos de la historia y las tradiciones que se han mantenido vivas en este lugar a lo largo de los siglos. Cada puerta y cada ventana, es una invitación al pasado que nos muestra una manera de vida a orillas del océano Atlántico norte.

playa de las catedrales

Se habla del síndrome de Stendhal en zonas remotas llenas de lujo, pero, la piedra caliza y aguas cristalinas son un espectáculo natural que se encuentra en la Playa de las Catedrales. Sus imponentes arcos y cuevas han sido esculpidos por la fuerza del mar a lo largo de los años.

Los acantilados parecen ofrecer la experiencia de una catedral gótica, con altas columnas de piedra y arcos que se elevan hacia el cielo. Las cuevas y grutas son un misterio por descubrir, un laberinto que nos invita a explorar y perdernos.

Las olas acarician la arena, el viento susurra a la flora y fauna de la zona como muestra de la biodiversidad de Galicia. Desde las aves marinas como las pardelas, hasta su salicornia, y los percebes y cangrejos.

Illa Pancha es el diamante en bruto de la mariña lucense. Caminando desde el estrecho puente, la naturaleza comienza a conjugar una sinfonía que nos envuelve: el rugido del mar, el canto de las gaviotas y el aroma salado de la brisa, protegen al faro, con su torre blanca y azul, vigilando el horizonte y marcando el ritmo de la isla. Con todos los sentidos completamente abrumados por la fascinación, la vista del visitante cae en sus lejanas playas de arena dorada y aguas turquesas. Aquí, la naturaleza es la protagonista, y cada rincón es una obra de arte: desde las rocas talladas por el mar, las dunas que se mueven al ritmo del viento, y la malva rosa deslumbrante.

Playa Catedrales

Rinlo

Porto Ribadeo

Illa Pancha

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Alicia González Y Gómez | Doble Grado en Periodismo y Comunicación Audiovisual | Universidad Carlos III de Madrid